“Sanar el trauma desde el cuerpo: lo que la terapia tradicional no puede hacer”

“No necesitas más conciencia.
Necesitas volver al cuerpo.”

Mi madre era Yogini.

Crecí entre mantras, fuego sagrado, asanas, danzas, silencios.

A los 7 años ya practicaba yoga, hacía pranayamas, meditación, recitaba versos del Bhagavad Gītā y los Āgamas sin saber aún todo lo que significaban.

Después inicie mis estudios en  Psicología y  Filosofía. amaba la mente y la neuro ciencias y Comprendí el lenguaje del sistema nervioso, los mecanismos del trauma, las capas de la mente.

Tenía la conciencia. Tenía el conocimiento. Tenía la práctica.

Y sin embargo,

había partes de mi cuerpo que seguían desconectadas y mas aun congeladas tras la capas de una espiritualidad y conocimiento brillante que se convirtio en mi anestecia.

Partes que aún temblaban por dentro, aunque ya no lo mostrara por fuera y nisiquiera fuese consciente de ello.

Porque el trauma no se libera entendiendo.

Se libera sintiendo, respirando, moviendo lo que quedó atrapado cuando el alma decidió protegerse.

 

La fascia guarda lo que no pudiste decir

La fascia es una red inteligente que recubre todo en ti: músculos, órganos, huesos, emociones.

Y guarda lo que no se dijo, lo que no se lloró, lo que tuviste que tragar por miedo a perder el amor.

Muchos llegan a nuestras formaciones con un largo camino recorrido.

Y sin embargo, cuando abren la boca en un pranayama, cuando sueltan la pelvis en una postura,

descargan capas de dolor, imágenes, tensiones… que ni sabían que estaban ahí.

Eso no es regresión.

Eso es el cuerpo encontrando una vía real para liberar lo que llevaba años cargando.

 

La inteligencia somática no se enseña. Se despierta.

La inteligencia somática no es una técnica.

Es la sabiduría que surge cuando dejas de controlar tu emoción y comienzas a sentirla con todo el cuerpo.

Cuando por fin te quedas contigo, sin querer cambiar nada.

Y entonces el cuerpo hace lo que sabe hacer: soltar.

Liberarse.

Recordarte.

“Sanar no es recordar lo que pasó. Es liberar lo que el cuerpo aún guarda en silencio.”

 

Sanar el trauma no es entender. Es volver.

Volver al gesto interrumpido.

Volver al cuerpo que no fue sostenido.

Volver al temblor que guardaste por años.

Volver sin culpa, sin prisa, sin disfraz.

Sanar el trauma es crear condiciones de seguridad interna para que lo que fue congelado se mueva.

Y eso no lo da el pensamiento.

Lo da el cuerpo.

 

El método Spanda: cuerpo, alma, ciencia y conciencia en uno solo

Spanda no es una técnica.

Es un método integrador que une la sabiduría del Tantra, la profundidad del yoga y la respiración, la neurociencia del trauma, y el poder real del embodiment somático.

Aquí no enseñamos desde la mente.

Aquí practicamos desde la raíz.

Porque el cuerpo no es un medio. Es el templo.

Y cuando se escucha, todo lo que dolía empieza a transformarse.

 

Si algo en ti reconoció esta verdad, no lo apagues.

Tal vez no lo puedas explicar.

Pero si tu cuerpo lo sabe…

eso basta para empezar.

No necesitas más fuerza.

Solo permiso para quedarte contigo.

Y este puede ser el primer paso real.

Con amor Tara Devi